El objetivo era equipar un yate de 40 pies con todas las innovaciones que caracterizan a los modelos de alta gama, manteniendo al mismo tiempo la firma del diseñador Javier Soto Acebal. Así nació el Solaris 40, con una cantidad infinita de soluciones que caracterizan este nuevo proyecto en términos de rendimiento del casco y confort de navegación. Comenzando por el casco, se eligió una línea de proa extremadamente redondeada, que termina en el medio del casco. La gran flotabilidad de la proa se compensa con creces por el ancho de la popa, que se caracteriza por la presencia de dos timones que garantizan una gran estabilidad de rumbo. La cabina es muy amplia, con columnas de dirección de ancho completo: solo así se puede navegar con buena visibilidad y con la protección contra salpicaduras levantada. Delante de las columnas del timonel encontramos escalones clásicos para acceder a las cubiertas intermedias, de las cuales se desprenden rampas inclinadas en la parte de popa. El interior, creado con la ayuda del arquitecto Roseo, se presenta en dos versiones: 3 cabinas y 2 baños o 2 cabinas y 2 baños, con ducha separada. La decoración interior es extremadamente refinada y altamente artesanal, y en los compartimentos hay 6 ventanas del casco. El diseño es clásico, con una cocina en forma de L a la izquierda en la entrada.